Es casi seguro que la pandemia del coronavirus cambiará permanentemente nuestra vida cotidiana, y algunos hábitos de este periodo de aislamiento, permanecerán con nosotros por más tiempo. Esto también se aplica al transporte. Tendremos que mantener sin duda, numerosas restricciones más adelante, si queremos evitar un brote masivo de infecciones en el futuro. ¿Cómo cambiará la movilidad en la era pospandémica?
¡Vamos a verlo!
Las personas tienen miedo: El automóvil repunta como el medio de transporte más seguro.
El miedo al coronavirus ha cambiado significativamente las preferencias de los consumidores por el transporte. En encuestas, el automóvil propio se ubicó en la parte superior de la lista de vehículos preferidos, a expensas del autobús y el metro. La bicicleta se mantuvo en segundo lugar. La preferencia por los medios de transporte individuales (por lo menos en Latinoamérica), se ha apoderado de la situación.
Este es el resultado del miedo persistente al virus y es bastante difícil esperar que esto no sea así. Ciertamente, uno de los efectos de la pandemia, es el mayor interés en comprar un automóvil.
Las señales de los próximos cambios ya son visibles en la ocupación del transporte público en muchos países, en donde el número de pasajeros en el transporte se ha reducido drásticamente. El asunto se agrava por el hecho de que, según las últimas directrices, solo la mitad de los asientos se pueden ocupar en un autobús o tranvía.
Hablando de Europa, pasa exactamente lo mismo. Proveedores financieros como Revolut han declarado que las compañías de venta de boletos de autobús o metro (tranvía) han disminuido sus ventas desde el mes de marzo en casi un 65%, en comparación con el mes de Febrero de este año.
Por lo tanto, no es de extrañar que nuestro propio automóvil esté ganando cada vez más popularidad, incluso si lo usamos menos de una vez a la semana. Además, algunos países están considerando o ya han introducido reducciones parciales o totales en las tarifas de estacionamiento, para aliviar un poco el transporte público.
Calles vacías, sin atascos en las horas pico, reducción de costos de estacionamiento en algunas zonas y precios bajos en el combustible: todo esto en conjunto fomenta el viaje en automóvil.
Vale la pena señalar que en el mundo, ya más de 2,600 millones de personas (de las cuales 1,300 millones solo en la India) tuvieron que reducir radicalmente su movilidad. La razón es simple: el transporte público puede ser un foco de contaminación masiva por coronavirus.
Por lo tanto, la realidad es la siguiente: El coche o auto propio se ha convertido en el medio de transporte de preferencia a nivel mundial. Las personas quieren evitar el transporte público a como dé lugar. Lamentablemente en países como Honduras, El Salvador, Venezuela y más países de Latinoamérica, aunque se ha intentado reducir el uso del transporte público, sigue siendo imposible para muchas personas que no cuentan con los recursos para adquirir un auto propio. Por lo que por obvias razones, los contagios en transporte público siguen siendo una realidad.